Un nuevo comienzo
Hoy quiero recomenzar de nuevo, total, dice Paulo que cada día puedo ser una semilla que renace. Así el día de hoy. Quiero dejar atrás aquellas cosas y sucesos con los que en algún momento no estuve de acuerdo. Seguramente espejos que no acepto de mí en actitudes y valores de personas con las que nunca congenié, dejar atrás apuraciones, carreras y estrés por mi mala organización para entregas documentales, mis actitudes de poco compañerismo en los que mi ego se atravesó. Quiero dejar atrás sinsabores y reclamos injustos de situaciones que yo no provoqué, hoy quiero dejar atrás todo lo que un día me molestó, desveló e incomodó y quedarme hoy y solo por hoy con los amores y amistades que logré cultivar en gente que como yo, está enamorada de lo que hace.
A mis amigos- maestros, a mis compañeros de lucha, a mis imágenes de agrado que se encuentran en el Intento, a los que se van buscando en el Hacer y en el Ser y a los que me apoyaron incondicionalmente, a esos me los quiero llevar y son por los cuales no quisiera irme. Pero también consciente de que el agua no se debe estancar porque se pudre, sé y reconozco que debo movilizarme aún a costa de mis apegos.
Hoy quiero decirle a mis friend-enemy platónicos, -por feos e inalcanzables-, (pero al fin amigos-enemigos) que gracias a vosotros logré conservar a la poeta loca y desvariante que hay en mí. Gracias a vosotros pude reconciliarme con ella y hacerle saber a la niña que en mi habita, que comparte secretos con otro niño mojado bajo la lluvia.
He podido volver a reconocerme inquieta y enamorada del estado del tiempo, donde no importa lo que se diga del sol o de la lluvia, del calor o el frío. Me importa ahora lo bien que se puede disfrutar de cada estado dependiendo de a quien tengo al lado. Gracias a vuestra nauseabunda soledad me recordé lo maravilloso que es tener gente que nos ama y nos protege en el seno de una familia a la cual no renunciaría jamás excepto a órdenes del Creador. Como bien me doy cuenta… se aprende de todo en esta vida.
Hoy quiero darme permiso de estar de duelo, triste y llorar por lo que dejo, pero también quiero darme permiso de reír a carcajadas de las tonterías a las que un día les di tanta importancia. Mi impotencia ante lo que creí injusto me lo impidió, hoy me doy cuenta, pero no más. Hoy comienzo de nuevo... a sentirme y a ser feliz...
Comentarios
Publicar un comentario