FESTIVIDAD Y TRADICIÓN. DÍA DE MUERTOS
FESTIVIDAD Y TRADICIÓN
DÍA DE MUERTOS
El Día de los Muertos conmemora y celebra a los santos difuntos. Esta fiesta culmina
anualmente el día 2 de noviembre, comenzando desde el día 28 de octubre. Además del altar
en la casa, la familia visita la tumba donde su ser querido yace. Ahí también
se le ofrece comida, flores y se prenden veladoras. Se ofrecen misas por todos
los santos y por los fieles difuntos como parte de una tradición híbrida, pues recoge las enseñanzas hispanas dentro de la tradición sagrada previa a la conquista española.
Los orígenes de esta fiesta vienen desde el tiempo de los
aztecas. Los aztecas pensaban que aquellos que morían accidentalmente o por
enfermedades incurables, iban a parar a Tlalocán (una especie de paraíso
terrenal) donde les recibía Tláloc. En ese lugar pasaban la eternidad cazando
mariposas, comiendo frutas exquisitas o jugando pelota. Los que morían de forma
natural (y aquí viene la cuestión de la ofrenda), tenían que llevar a cabo un
penoso viaje de cuatro años, durante el cual, enfrentaban todo tipo de
peligros. Los afortunados que finalizaban su travesía, arribaban a Mictlán
donde eran recibidos por Mictlantecuhtli. Estas creencias coinciden con la
localización de tumbas con objetos funerarios de alrededor de 1800 A.C. - 1300
A.C. Los aztecas crearon muchas esculturas relacionadas con la muerte.
Ofrendar significa compartir con los
parientes y amigos fallecidos ciertos privilegios de la vida y algo de los
frutos obtenidos durante el año, así como ofrecer alimentos, además de los
tradicionales que se dan como ofrenda en cada población, los preferidos en la
vida por los difuntos a quienes se les recuerda en el altar. En estos días se
reafirma la presencia de los que ya se fueron, pero al tener una vida similar
en espíritu, vuelven a estar presentes.
La ofrenda consiste en una serie de
elementos generalmente presentes. Estos son: flores (de cempasúchil en
especial), pan, velas, bebidas, imágenes religiosas, frutas, comidas, tabaco,
papel picado, dulces y copal. En algunos casos se coloca en la ofrenda fotos de
los muertos, juguetes, ropa, instrumentos de trabajo, instrumentos musicales y
otros objetos que fueron apreciados por ellos durante su vida.
A las almas de los muertos se les venera
y se les hacen ofrendas, estos actos han dado origen a ritos y ceremonias que
refuerzan los lazos familiares. La celebración de este día da vida a la
creencia de que los difuntos tienen “permiso en esta ocasión, para visitar a
sus seres queridos de este mundo”. Desde la época prehispánica, el culto a la
muerte ha estado ligado a la vida del mexicano, la respeta, pero al mismo
tiempo juega con ella y adopta una actitud humorística. Para los indígenas, la
muerte era el inicio de una nueva vida en un ciclo renovador, por eso el
humorismo mexicano es parte de la muerte, une la alegría con la tristeza, la
devoción con la diversión. El proceso que va desde ir a un mercado a comprar flores,
pan, papel de china y calaveritas, los ingredientes para el mole y los tamales,
etc., es una forma también de acercarnos al concepto
de la muerte.
Algunos de los elementos que deben
contener y que varían de acuerdo a la región ofrendante :
* Papel picado de color morado (luto
cristiano).
* Papel picado de color naranja (luto
azteca).
* Flores de cempasúchil (del náhuatl:
cempoalxóchitl = flor de 20 o más petalos).
* Cuatro velas (indican los cuatro
puntos cardinales).
* Incienso (para alejar a los malos
espíritus y para purificar el ambiente).
* Cruz de ceniza (para purificar el
espíritu del muerto).
* Jarra de agua (por si llega fatigado
del camino).
* Recipiente para lavarse las manos
(aguamanil) y toalla.
* Foto del difunto.
* Comida que le gustaba al muerto o la
típica del lugar.
* Pertenencias estimadas por el muerto.
* Tequila o bebida preferida del muerto.
* Banderas de papel picado metidas en
naranjas.
* Pan de muerto.
* Fruta.
* Calaveras de azúcar.
Santocalli y la ofrenda en la sierra
Nahua de Veracruz.
En las casas de los nahuas existe un
lugar que se ocupa como centro de reunión, puede ser la cocina o comedor que
por lo regular está junto al fogón y también hay un lugar denominado
Santocalli, que significa “Casa Santa”, es un cuarto para el altar ubicado al
centro, ya sea en la parte sur o norte de la misma. En dicho altar hay imágenes
de varios santos.
En estos altares se espera a los difuntos con manjares como
tamalitos, molito acompañado con carne de pollo, naranja malta, elotes, pan de
muerto, hojaldras, cervezas, chocolate, y canastas, tenates con varios de los
alimentos mencionados, en los tenates ponen parafinas. Esta ofrenda se pone en
una mesa de madera, arreglada con pétalos de flor de cempasúchil, al terminar
de poner la ofrenda se sahúma la ofrenda y se hace la invitación a los difuntos
para que pasen a la mesa.
Creencias
Al poner una ofrenda los trastes que se ocupan para
ofrecer el alimento a los difuntos deben de ser nuevos. Como símbolo de que es
un traste puro, no usado por los terrestres, ya que si no esta nuevo los
difuntos perciben que ya fue ocupado, se cree que ellos perciben un mal olor,
de tal manera que no consumen los alimentos. Se realiza limpieza de caminos, ya
que la maleza los ha invadido, éstos deben de estar limpios, para que transiten
libremente los difuntos rumbo al Santocalli y guiados al interior de la casa por el camino de flor de cempasúchil.
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