LA DIMENSIÓN AFECTIVA DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL PRODUCTO 8
LA DIMENSIÓN AFECTIVA DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL
PRODUCTO8 SESIÓN 6
MTRA. SANDRA LUZ HERRERA SÁNCHEZ
RELATO
Y DIÁLOGO DE MIS EXPERIENCIAS AFECTIVAS Y SENTIMIENTOS CERCANOS AL PROCESO EDUCATIVO
En
los andares de la vida después de algunos tropiezos, aprendí que nuestra
existencia tal y como la asumimos en los contextos sociales y en las diferentes
dimensiones del Ser siempre está permeada por nuestras emociones.
Rara vez actuamos de forma
independiente a nuestro sentir; si bien al construir el Yo, sabemos que no
deberemos jamás transparentar emociones dictaminadas como de “niños malos” (Freud,
1999); así, cuando se presentan, invariablemente generamos barreras o abducciones
que subliman tal sentimiento y… continuamos el paso “como si nada”. Tal proceso
tiende a llamarse negación y es el precedente de la proyección en el otro de lo
que no acepto en mi propia personalidad.
¿Afectarán los procesos
intrapsicológicos el quehacer docente? ¿Mi práctica cotidiana frente a grupo se
ve permeada por las emociones vividas y sentidas a lo largo de un día común?
La respuesta obligatoria y no por ello
poco dolorosa, es que todas nuestras actividades, incluidas las laborales se
verán empapadas de mi forma de sentir, en este caso, mi forma de recrear
emocionalmente todas las actividades como docente frente a grupo.
Entonces, ¿cuál es mi responsabilidad ante
este importante y urgente aspecto? ¿Qué dice la currículo al respecto?
Puesto de relevancia el tema de las
emociones, las traigo ahora al contexto educativo: Los docentes de educación básica también enseñamos a
manifestar y sentir emociones.
Este fenómeno educativo está manifiesto en todo el Campo
Formativo de Desarrollo personal y para la convivencia donde dice que:
“La socioafectividad
incluye procesos de conocimiento del entorno, autoconocimiento, reconocimiento
de las conductas afectivas personales, empatía, interiorización de las normas,
adaptación al entorno y establecimiento de vínculos sociales. Se considera como
una dimensión del desarrollo humano porque se puede fortalecer a lo largo de la
vida, mediante la acción socializadora de la familia y de la escuela. Un
desarrollo socioafectivo sano implica, entre otros rasgos, la capacidad de
adaptarse al entorno, de socializar de manera asertiva y efectiva, así como de
expresar sentimientos y emociones.”
(SEP, 2011, p. 370), a través de los enfoques y ambientes de aprendizaje de
cada asignatura.
De
forma más específica centraré mi atención en Educación física, pues plantea la
noción pedagógica a través del eje La corporeidad como el centro
de la acción educativa donde se plantea que:
“la corporeidad se concibe como una
expresión de la existencia humana que se manifiesta mediante una amplia gama de
gestos, posturas, mímicas y acciones, entre otros, relacionados con sentimientos
y emociones como la alegría, el enojo, la satisfacción, la sorpresa y el
entusiasmo. La Educación Física define sus propósitos cuando busca conocer, desarrollar,
apreciar, cuidar y usar todas las facultades del cuerpo”. (SEP b, 2011, p. 153)
La
razón que reviste esta reflexión es harto importante al dilucidar que toda la
carga emocional con la que fui formada, hoy es parte de la herencia en la
praxis a un grupo de niños, por ello el tomar
mayor conciencia del mundo que me rodea, comprender necesidades y sentimientos,
que marca el camino para desarrollar la capacidad
de continuar responsabilizándome y comprometiéndome con el ethos de la
profesión y la necesidad de afectividad en cada proceso de
enseñanza-aprendizaje.
BIBLIOGRAFÍA
FREUD, S. (1999). Teorías de la
personalidad. Trad. José Cueli. 23ª Edición. Ed. Trillas. México.
SEP a, (2012). Programas de Estudio, Guía para el maestro.
Educación Básica Primaria, Primer Grado 2011. CONALITEG, México, (p.153)
SEP b, (2012). Programas de Estudio, Guía para el maestro.
Educación Básica Primaria, Primer Grado 2011. CONALITEG, México, (p. 370)
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