LA UTOPÍA COMO DIMENSIÓN DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL PRODUCTO 14
LA UTOPÍA COMO DIMENSIÓN DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL
PRODUCTO14
SESIÓN 8
MTRA. SANDRA LUZ HERRERA SÁNCHEZ
DOCUMENTO:
DEFINICIÓN DE MIS COMPROMISOS CON LA UTOPÍA
Yo no podría soñar con
elefantes rosa, soy demasiado realista, ni podría amañar una ruta, me encanta
la incertidumbre; me gusta la complejidad de la vida misma, los sinsabores y
las alegrías; la dicha de ver metas realizadas y la tristeza de los sueños que
sueño pero jamás vivo.
Consiente estoy de mis
fuerzas y sus alcances, y sin embargo imagino un mundo mejor, un mundo ético,
un mundo sustentable, un mundo ecológico, un mundo verde. Verde como los brotes
tiernos después de un sol abrasador y etílico, verde por saberse incipiente y
frágil.
Al referirme al mundo, hago
alusión a mi humanidad, ¿mi planeta qué culpa tiene de mi ignorancia, desidia y
obnubilación? Con “saberse” me refiero a que yo lo sé desde mi estúpida y
minúscula humanidad. Me sé frágil y necia,
con chispas de genialidad loca, -o quizá a ratos más loca que genial-… y ha
sido en esos espacios de genial locura cuando me he comprometido con el planeta
de mis hijos, con el planeta de mis alumnos, con el planeta de mis nietos.
Yo no podría abatir la
contaminación de las grandes empresas, o contener a los estados cuya política
capitalista olvida los principios éticos de la protección al medio ambiente...
pero si sé que puedo y debo hacer, estoy intentándolo, estoy esforzándome,
estoy juzgándome por ser menos que un insecto insufrible como las cucarachas
(¡hasta ellas contribuyen a la descomposición y sostenibilidad del medio
ambiente!), y sé que mis acciones seguidas de otras cadenas de acciones
contribuirán y cuidarán y preservarán hasta que seamos mayoría, hasta que no
importe lo que se nos ofrezca, nada será más importante que cuidar el espacio
verde y llenar mis pulmones con sus exhalaciones. Esta es mi utopía.
Y sin embargo, como poeta no
soy, me parece muy pertinente compartir la poesía de Galeano:
La utopía
EDUARDO GALEANO.[1]
Qué tal si deliramos por un
ratito,
qué tal si clavamos los
ojos más allá de la infamia
para adivinar otro
mundo posible.
El aire estará limpio de
todo veneno que no provenga
de los miedos humanos y de
las humanas pasiones
En las calles los
automóviles serán aplastados por los perros,
la gente no será manejada
por el automóvil,
ni será programada por el
ordenador,
ni será comprada por el
supermercado,
ni será tampoco mirada por
el televisor.
El televisor dejará de ser
el miembro más importante de la familia
y será tratado como la
plancha o el lavarropas
Se incorporará a los
códigos penales el delito de estupidez
que cometen quienes viven
por tener o por ganar,
en vez de vivir por vivir
nomás
como canta el pájaro sin
saber que canta.
y como juega el niño sin
saber que juega.
En ningún país irán presos
los muchachos
que se nieguen a cumplir el
servicio,
sino los que quieran
cumplirlo.
Nadie vivirá para trabajar
pero todos trabajaremos para
vivir.
Los economistas no llamarán
nivel de vida al nivel de consumo,
ni llamarán calidad de vida
a la cantidad de cosas.
Los cocineros no creerán
que a las langostas les encanta que las hiervan vivas,
Los historiadores no
creerán que a los países les encanta ser invadidos,
Los políticos no creerán
que a los pobres les encanta comer promesas.
La solemnidad se dejará de
creer que es una virtud,
y nadie, nadie
tomará en serio a nadie
que no sea capaz
de tomarse el pelo.
La muerte y el dinero
perderán sus mágicos poderes,
y ni por defunción ni por
fortuna
se convertirá el canalla en
virtuoso caballero.
La comida no será una
mercancía,
ni la comunicación un
negocio,
Porque la comida y la
comunicación son derechos humanos
Nadie morirá de hambre,
porque nadie morirá de indigestión.
Los niños de la calle no
serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la
calle.
Los niños ricos no serán
tratados como si fueran dinero
porque no habrá niños ricos
La educación no será el
privilegio de quienes puedan pagarla,
y la policía no será la
maldición de quienes no puedan comprarla.
La justicia y la libertad,
hermanas siamesas condenadas a vivir separadas,
volverán a juntarse bien
pegaditas espalda contra espalda.
En Argentina las locas de
Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental,
porque ellas se negaron a
olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
La santa madre iglesia
corregirá algunas erratas de las tablas de Moisés,
y el sexto mandamiento
ordenará festejar el cuerpo.
La iglesia dictará también
otro mandamiento que se le había olvidado a Dios:
amarás a la naturaleza de la que formas parte.
Serán reforestados los
desiertos del mundo
y los desiertos del alma
Los desesperados serán
esperados,
y los perdidos serán
encontrados
porque ellos se desesperaron
de tanto esperar,
y ellos se perdieron por
tanto buscar.
Seremos compatriotas y
contemporáneos de todos los que tengan
voluntad de belleza y
voluntad de justicia,
hayan nacido cuando hayan
nacido,
y hayan vivido donde hayan
vivido
sin que importen ni un
poquito las fronteras del mapa ni del tiempo.
Seremos imperfectos,
Porque la perfección
seguirá siendo
el aburrido privilegio de
los dioses.
Pero en este mundo,
en este mundo chambón y
jodido,
seremos capaces de vivir
cada día
como si fuera el primero,
y cada noche
como si fuera la última.
BIBLIOGRAFÍA
GALEANO, https://www.youtube.com/watch?v=lNxafgc9Z48
[1] Premio Alba
de las Letras 2013
Periodista
y escritor uruguayo,
ganador del premio Stig Dagerman. Está considerado como uno de los más
destacados escritores de la literatura latinoamericana.
Sus
libros más conocidos, Memoria
del fuego (1986) y Las venas abiertas de América
Latina (1971), han sido traducidos a veinte idiomas. Sus trabajos
trascienden géneros ortodoxos, combinando documental,
ficción, periodismo,
análisis político
e historia.
Comentarios
Publicar un comentario